Mientras en Bruxelles™ se da luz verde a la retrógrada extensión del copyright, en ¡MADrid! no terminan de aprobar una ley tan fundamental como la de Neutralidad en la red. Son malas noticias que hacen que la incursión de Amazon.es y la inminente invasión de Netflix, ambas americanas y la última iniciando la conquista europea por Hispania, tierra de piratas, nos dejen un sabor agridulce:
Por un lado Bauman corona a Europa como la reina de la Cultural, no sé si ingenuamente, mientras Toscani ya ha claudicado ante la «máquina de mediocridad». Más que nunca se exige imaginar futuros dado que estas decisiones marcarán inreversiblemente la próxima decada.
fartistes 